domingo, 6 de marzo de 2011

Raices...

Sentado en el sillón de la sala, con un cigarrillo entre los labios, Albert pensaba en todo lo que había pasado, desde siempre... recordaba a sus viejos compañeros de la STARS... su posición en Umbrella... sus compañeros del equipo Bravo... con cada nube de humo, las imágenes se volvían más confusas y aterradoras, al grado de hacerlo apagar el cigarrillo sobre su mano.

Tomó el teléfono, marcó un número sin ver la base, y esperó a que, al tercer timbrazo, contestaran...

-con Redfield...

una serie de tonos variados indicaba que estaban conectando la llamada a través de los intercomunicadores de la oficina.

-¿Hola? ¿Quién habla? ¿Qué desea?
La vos de Chris sonaba tan dulce en ese momento... algo dentro del pecho de Albert comenzó a tratar de crecer, pero lo sepultó bajo una gran pila de vigas, como anteriormente Chris lo hiciera con él.

-Te espero en el White Horse, a las 9... si no llegas quebraré tu cuello con mis propias manos.
Sin esperar a que el chico respondiera colgó el auricular con fuerza

''si no llegas, chiquillo, no dudaré en enviarte con tus compatriotas de la Bravo...''

Se puso en pié y se dirigió su habitación, para tomar una ducha... dejó su gabardina sobre la cama, luego su camisola blanca y sus pantalones negros... Casi desnudo entró a la ducha, abrió la llave del agua fría y se terminó de desnudar... entró lentamente a la ducha y dejó que el agua helada acariciara su cuerpo suavemente con su agraciado beso de tranquilidad.

Salió del baño, se vistió lentamente, y mientras tanto, dejó que sus pensamientos vagaran por los riscos de las montañas Arklay... cuando vió el reloj por última vez, antes de ducharse, eran las 5:15, y ahora eran las 8 menos 20... No le importó mucho la hora. Salió de casa, buscó un taxi y se perdió en las concurridas calles de nueva york.

Al llegar, pagó al taxista, entró y observó el lugar, que estaba repleto de gente. No obstante, entró y ocupó un lugar libre en la barra.

-¿Le sirvo algo, señor?- la voz amable del camarero exasperó a Albert, quien le gritó con desprecio
-¡ Tráeme un maldito ron en las rocas!-. El muchacho obedeció sin responder y sirvió la bebida, sin dejar de observar a Albert muy cuidadosamente...

Pasaron los minutos, y con ellos los vasos de ron, y Chris no aparecía... pensó en irse, miró su reloj y vio que tan solo habían pasado 15 minutos de las nueve... Decidió esperar, pero algo en él se apoderaba de su calma... no sabía que le diría, ni porqué lo había citado esa noche en aquel lugar. Solo sabía que debía verlo.

Estaba harto de esperar... y estaba decidido a buscarlo al día siguiente para golpearlo, cuando una mano lo toma por el cuello y le apunta con un arma en las costillas

-¿Qué deseas, y por qué me haz citado?- La vos de Chris no era tan dulce esta vez... la aspereza en ella, junto con ese toque de molestia agradaron a Albert, quien se giró sin importarle el arma que le amenazaba.

-Salgamos de aquí, chiquillo, que no quiero que tu sangre manche la barra-. Diciendo esto, tomó al chico por el cuello de la camisa y lo condujo hasta el callejón más alejado de los ojos curiosos... lo sometió contra la pared y le habló suavemente, pero con algo de imposición sobre sus palabras

-¿Destruiste las fotos?, ¿Te aseguraste de que Nadie las viera?, ¿Quieres conservar tu vida?-. las palabras de Albert se atropellaban unas contra otras en su garganta, Chris le respondió seriamente
-Si, Si, y Si...- Lo miró a los ojos, retadoramente, y se acercó a su cuello, para hablarle al oído, con su voz varonilmente seductora. -¿Qué piensas hacer ahora, Albertito? ¿Piensas terminar Bravo, o piensas terminar lo de la otra noche?-. Dicho esto, Chris besó el cuello de su amado y subió, hasta el lóbulo de su oreja.
Las manos de Albert se volvieron rápidas y sigilosas, pues sin que el chico lo notaran, ya lo desvestían, mientras los labios de Wesker bajaban desde la garganta hasta el abdomen de Chris con besos tibios y suaves.

El chico se sonrojó y bajó la guardia, comenzó a acariciar, igualmente a Albert, quien al notar que este le correspondía, reaccionó salvajemente, mordiéndole el cuello y metiendo una de sus manos en los pantalones de Chris... Reinó el silencio por unos instantes, luego se rompió con un gemido ahogado, luego otro, y otro más fuerte... poco a poco el silencio de la noche se volvió una agitada respiración... Sin saber como, Albert lo dominaba, y no podía resistirse.

Wesker continuó con el juego por unos minutos más, luego se detuvo en seco y tumbó sobre el suelo frío al chico. Se puso a gatas sobre él y se acercó a sus labios... Bajó sus anteojos para verlo y fulminarlo con la mirada...
-Si quieres conservar tu vida, no me provoques, que me excita más la idea de matarte que la de hacerte el amor...-
La voz de Albert fué fría e indiferente, pero con un dejo de deseo en ella... Se levantó, sacudió el polvo de su gabardina y partió, desapareciendo en medio de la negrura del callejón solitario...

Respirando agitado, desorientado y deseoso de poseer a Albert, Chris se puso en pié, sacudió su camisa, se alisó el cabello y regresó al bar, acomodando su ropa lo mejor que pudo... se acercó a la barra y ordenó una cerveza fría... No tenía deseos de regresar a casa, ni de caminar mucho... solo quería perderse en la suavidad de la espuma y soñar con ese primer momento, a la luz de la luna, en los brazos de quien, ahora, ocupaba todos sus pensamientos...

2 comentarios:

  1. vaya un poco rápido en cuanto a acciones pero nada mal me gusto el final la verdad, fue algo como un leve recuerdo donde estuvieron a punto de sucumbir al deseo me gusto. lastima que no puedo poner quien soy verdad pero simplemente una fan de esta pareja ojala luego suba mas de ellos. suerte!

    ResponderEliminar
  2. vaya un poco rápido en cuanto a acciones pero nada mal me gusto el final la verdad, fue algo como un leve recuerdo donde estuvieron a punto de sucumbir al deseo me gusto. lastima que no puedo poner quien soy verdad pero simplemente una fan de esta pareja ojala luego suba mas de ellos. suerte!

    ResponderEliminar