viernes, 29 de julio de 2011

Rizos

Una bala atravesó el aire, rompió el silencio y detuvo un instante en la pared... Había muerto...

Alice caminaba por la orilla del parque a media noche... el rumor del viento jugueteaba con su cabello mientras ella se perdía en sus pensamientos... algo detrás la distrajo, pero fue demasiado lenta la reacción...

Esa mañana, Albert y Alice se habían encontrado para ver que pasaría con ellos, con Chris y con la situación en la que se encontraban...

-Estás loca, si crees que le diré que se mude a mi casa... No toleraré que un niño inmaduro y cobarde esté en mi casa.
-Entonces no te quejes si el día de mañana el ''niño'' empieza a salir con alguien más, se casa y hace una familia... No tendrás derecho entonces de reclamar nada Albert, piensa.
-¡Aún así me niego mujer, no lo haré!

La discusión se prolongaba y no llegaban a ningún acuerdo. Alice salió varias veces para caminar, y Albert la acompañaba para despejar su mente un poco.

Albert sacó su móvil al atardecer y le marcó a Jill, quien le dió referencia del estado de Chris.
-Se encuentra bien, Albert, no debes preocuparte tanto.
-Hablas muy segura Jill, Espero que no me mientas.

Albert colgó abruptamente y se enjugó el sudor que corría por los lados de sus ojos.

-Vamos por una cerveza, creo que es lo que te hace falta para relajarte un poco y pensar más claro.
-Vamos Alice, vamos.

Caminaron al bar mas cercano, entraron y comenzaron a beber, sin darse cuenta, hasta que las preocupaciones se esfumaron.
Albert tomó su camino, Alice el suyo y el silencio se hizo entre ellos...

Albert entró en su apartamento, se desnudó y entró en la ducha. Al salir se metió directamente en la cama y calló sumido en un profundo sueño.
Alice, por su parte, siguió caminando, mientras se perdía en los hilos que tejían sus pensamientos, sin darse cuenta de que alguien la seguía de cerca.
Las horas pasaron, la oscuridad de la noche se adentró en los rincones más alejados de la ciudad, y el silencio reinó casi por completo.
Sin embargo, un pequeño descuido arruinó la perfección del silencio
Alice se dio la vuelta, lo que solo le valió para saber en manos de quién había muerto...

-No te volverás a acercar a mi hombre...-

~
-Jill, ¿Está contigo Chris?...